Si la muerte fuera
un sueño eterno,
inmóvil reposaria,
con mis manos cruzadas
sobre el pecho.
Los ojos cerrados,
el cuerpo tendido,
y todo quieto y yerto.
Y por mi mente pasando,
como ahora, como siempre,
la infinita multitud
de mis sueños.
No me importaría morir,
si la muerte fuera
un sueño eterno.
Soñaría, horas y horas,
inmóvil y quieto,
dentro de la mente
todos los bellos sueños
que ahora;
en las largas noches
tengo...
Y me iría poco a poco
diluyendo el cuerpo.
Pero la mente, tendría eterna,
todos los bellos sueños...
Pero me aterra,
no saber;
si es cierto,
que la muerte es,
un sueño eterno...
No quiero el olvido,
el no ser pensamiento,
no quiero la nada,
- el vacío quieto,
el polvo negro;
sin palabras,
sin música y sin poesía,
sin besos en mis sueños...
Sólo quiero saber, si la muerte es,
un eterno sueño....
Cádiz, 13 Noviembre 1999. José Ramón Portillo Scharfhausen.
Al final, nunca te hice la bitácora. Ayer se me rompieron los cristales ahumados que tenías para ver los eclipses. Hay tantas cosas que nunca te dije, tantas cosas que no hicimos...
2006-10-21 00:11 | Categoría: |
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Y dicen por ahí