Fue bonito mientras duró. Era útil, tenía muchas características que lo hacían ideal para tantos y tantos aspectos. El XHTML, el SVG, los formatos usados por el OpenOffice, el Scribus, el Inkscape; los archivos usados comúnmente para intercambiar objetos, grabación de estructuras jerárquicas (especialmente útiles para diseñar una interfaz gráfica o para organizar datos en árbol)... Todo eso no puede ya ser usado libremente, pues como informa ZDNet, todos los programas que leen y escriben XML como manera de almacenar sus datos están bajo el peligro de caer en las garras de la patente estadounidense número 6.898.604 o bien de la patente estadounidense número 6.687.897, ambas en manos de la multinacional Microsoft. Esto nos enfrenta a una paradoja curiosa: el formato es libre; su uso, en cambio, no siempre lo es.
Esto ha pasado en los Estados Unidos, actualmente grandes productores de software libre, gracias a la permisividad de la oficina de patentes y a la ley que allí permite patentar algoritmos, y estamos a las puertas de que ocurra aquí también. En Julio va a haber una decisión importante en la UE al respecto. La libertad en la creación de software en Europa está en juego.
No es el XML el único que peligra. El compilador libre y gratuito GCC está usando tecnología patentada por Borland para procesar excepciones. (patente estadounidense Nº 5.628.016). Esa patente también pesa sobre un emulador de Windows para Linux llamado Wine, que permite la interoperabilidad entre sistemas operativos y favorece una mayor competitividad entre ambos.
Sobre virtualmente cualquier forma de programar que implique hacer los programas cómodos de usar y amigables, por trivial y obvia que ésta nos parezca, pesa una patente. Esta locura está a punto de contagiarse a Europa. El software libre, principal competidor de Microsoft, está cada día más en peligro. La multinacional no destaca precisamente ni por la alta calidad ni por el bajo precio de sus productos, así que sin esa fuente de competidores, quedando en situación de monopolio, tanto la calidad como el precio de sus productos irán previsiblemente aún más en detrimento del consumidor.
La competencia favorece la calidad; sin ella sólo tendremos un montón de chatarra informática sin un software decente que le haga servir para algo, y lo indecente que tengamos nos habrá costado un dineral. Pague, pague, pague, pague. Si por fin resultan aprobadas las patentes de software en Europa, tendremos lo que nos habremos merecido por nuestro pasado desinterés ante la situación.
URL de trackback de esta historia http://zifra.blogalia.com//trackbacks/30310
1 |
|
||
totalmente de acuerdo, sería un problema demasiado importante que se aprobasen las patentes en Europa
|
< | Enero 2025 | |||||
Lu | Ma | Mi | Ju | Vi | Sa | Do |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | ||
6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 |
13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 |
20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 |
27 | 28 | 29 | 30 | 31 | ||