como dos golondrinas cansadas en mis hombros se posaron tus manos entonces creí por un momento que la música jamás acabaría pero estaba equivocado hizo frío y tus manos algo desengañadas casi llorosas emigraron
me quedé sin ti sólo marchito inútil casi te necesitaba ansiosamente creí por un momento estar dispuesto a como caballero antiguo morir si tú me lo pedías pero era otoño y no estabas
hubo más manos que yo imbécil engreído ególatra pensativo apartaba entonces creí olvidarte como las hojas que caían pero estaba equivocado significas mucho
decidí escribir de noche cuando no molestan niños coches motos cobradores chachas carteros entonces creí lograr breves obras de artes pero era otoño y sólo eran mentiras marchitas
pensé guardar bien dentro de mí mis recuerdos tuyos de horas a veces felices a veces amargas nunca completas entonces me creí tu dueño pero era otoño y no estabas
te llamé ni viento ni hojas ni noche ni hojas ni poesía ni flores respondieron entonces creí volverme loco pero estaba equivocado hizo frío dos golondrinas pasaron volando ante la ventana